jueves, 30 de abril de 2009

Lo que se hace esperar...merece la pena...


Escuchando una de las tantas canciones románticas de Gareth Gates me ha venido a la mente mi estupenda y fantástica tarde de ayer. Creo en el destino y éste ha tocado mi vida...he conocido a un ser maravilloso. Sólo al verlo aparecer sabía que era él. Ha vuelto la ilusión a mi vida porque realmente ya no creía que existiera en este mundo alguien como él. Atento, inteligente, gracioso...todo aquello que esperaba encontrar.


Si, estoy feliz...dormí feliz y me desperté igualmente feliz. El Canto del Loco y su "Foto en b/n" se identifican conmigo en este momento..."quiero VOLVERTE A VER...QUIERO VOLVERTE A VER...y me siento como un niño imaginándome contigo, como si hubiéramos ganado por habernos conocido...". El simple hecho de verle a los ojos, que nuestras manos se unieran y su voz diciendo: "tu eres la mujer que tanto he buscado" me hicieron volar a otro planeta. Creo que todavía no he aterrizado porque esas palabras me llegaron hasta lo más profundo de mi ser. Mi alma vuela como si fuera una niña pequeña y todo mi cuerpo se estremece con solamente escuchar su voz.

AMAZING (como diría Rafa de FAMA) es la palabra que describe a ese ser que ha cambiado mi vida por completo. Pensar que días atrás escribía la otra entrada donde constaban mis sentimientos lastimados. Hoy todo eso se ha quedado en el olvido...el futuro pinta prometedor. Planes, encuentros, visitas, viajes...sigo sin poder creérmelo...y lo mejor de todo es que soy YO MISMA.


Me siento libre, segura, confiada, pero sobre todo...¡emocionada!

miércoles, 29 de abril de 2009

¡Ya viene el veranito!

Definitivamente queda nada para que llegue el veranito y miro mis armarios y están deseosos de cambiar de color. La ropa en tonos oscuros tipo negro, marrón y azul marino quiere permanecer pero la roja, verde, amarilla, etc. quiere ya salir. Mientras mi cabeza dice: "qué bien, cañitas en terracitas, salidas nocturnas sin pasar por el ropero, ventanillas del coche abiertas y musiquita a tope de pachangueo. Pero, y siempre hay un pero, mi cuerpo dice: "ohhh nooo...". Y sí, es cuando analizas que estás gorda, que se acabó el invierno con los abrigos que tapaban esos kilos de más y que por más que quieras meterte en el gimnasio a última hora, ni tienes ganas ni vas a poder quitarte 2o kilos en unas cuantas semanas.

Y así es mi vida...llega el verano y veo mi cuerpo, mi piel, mis anchas caderas y no quiero salir. Odio el calor sofocante, las playas llenas de gente, el sudor...quiero el invierno otra vez para taparme y que nadie me mire con ojos de "esa es más gorda que yo y mira cómo se viste; de qué me tengo que preocupar yo?" y te sientes cada vez peor. No quieres quedar con nadie por miedo a que te dejen de hablar por un simple físico que no dice en nada lo que eres como persona. Pero ya que vivimos en un mundo de hombres metrosexuales y mujeres cada vez más anoréxicas, ¿quién no se va a preocupar por tener el físico de su vida?

En fin, llega el verano con bikinis de colores y variadas formas, más tatuajes en el cuerpo, más reuniones en el jardín de las casas de los amigos y mi existencia sigue igual. Me pondré tan siquiera a andar por las noches y poco a poco volveré a la rutina del ejercicio que dejé hace algunos años y que todavía me arrepiento.

Y todo esto por amor...el que me fue arrebatado del alma aquella noche del 17 de diciembre del 2007 pero que bien he superado ya. Así que manos a la obra...fuera esos 20 kilos de mi vida que no me pertenecen en nada y luego podré decir tranquila y abiertamente: BIENVENIDO SEA EL VERANITO!!!!

martes, 28 de abril de 2009

¡Buenos días mundo!


La gente que me conoce podrá reírse al leer el título de la entrada, porque me despierto todos lo días dándole los buenos días al mundo. Creerán que estoy loca pero sé que él me escucha. Si algún día leen el libro de "El Secreto" me entenderán.

Todo empieza por la mente, por desear las cosas, sentirlas y creer en que todo se hará porque ya lo hemos deseado y sentido como si hubiera pasado. Probarlo, funciona. Me han sucedido varias cosas que he deseado tanto y se lo he pedido al mundo y él me lo ha dado. De ahí que siempre le saludo al despertarme, por agradecerle lo que me ha dado y por poder abrir mis ojos un día más a este mundo maravilloso.
Buenos días...

jueves, 23 de abril de 2009

¿Por qué esperar?

Simplemente no aprendo. Pasan los años y por más que la experiencia me dice que no debo esperar de los demás más que lo que ellos quieran darme, sigo siempre a la expectación. Nunca he sido de las personas que al dar espera recibir, pero es verdad que cuando hay alguien que te interesa siempre deseas que se comporte de una u otra manera. Y cuando me doy cuenta de que las cosas nunca salen como una las espera, empieza la frustración. Al final de cuentas, la que siempre sale perdiendo soy yo, pero me lo he buscado.

El otro día esperaba a un chico con el que había quedado. Habíamos estado hablando toda la semana de buen rollo, contándonos nuestra vida y después de ver cuál sería el mejor día para vernos (gracias a nuestro trabajo), la conclusión fue quedar el martes en el Retiro. Yo salía más pronto así que decidí esperarlo sentada en un banco leyendo un buen libro. Casi fui atacada y perseguida por un viejo de mas de 70 años que estaba impaciente y vuelto loco por tocarme y besarme. Huí despavorida llamando a mi amigo que todavía no había llegado. El viejo me seguía por todo el Retiro diciéndome como iba a hacerle el amor a su mujer pensando en mi, intentando tocarme el culo. La verdad es que la escena fue horrorosa y lo que parecía ser una maravillosa cita empezó de la peor forma. Cuando por fin se fue el viejo, 2 minutos más tarde llegó Miguel...creo que nunca había tenido tanto deseo de encontrarme con alguien conocido después de lo vivido. Tenía mucho estrés, me dolían los hombros, el cuello, la cabeza...necesitaba ir al fisio, al spa, que me dieran un masaje.

Fui ilusionada, con esperanza de ver si iba al fin a encontrar a un príncipe rodeada de tanta naturaleza. Él estaba callado, tímido, y yo con ansias de escucharle. La tarde pasó tranquila hasta que llegó la noche y me fui a casa. Después de haberle esperado 1 hora y media esperaba más de él. No sé si me explico pero al menos una entrada triunfal más emocional o una despedida más pasional. O si nos vamos más lejos...¿te acerco a algun sitio? Terminé llendome en tren, viendo como él se iba en su estupendo coche, con música y tranquilidad. Yo esperando 40 minutos hasta que llegara el tren que me llevaría a casa. Bajé del tren, me dirigí al coche y me asaltaba la duda de si por el casual no escuché el movil y me había mandado un mensaje preguntando qué tal había llegado. Nada, oh desilución! Ya en casa, después de haber cenado, me conecté a Internet. Estaba ahí, ni un mensaje de su parte...terminé por hacerle un zumbido de aquellos que tanto me encantan y solo recibí un seco y triste hola. Tras preguntarle cómo se había sentido en nuestro encuentro (ya que yo lo notaba como si estuviera en otro mundo), su respuesta fue: todo bien no?...y después de 15 minutos, oye, mañana no me conectaré porque el viernes no curro y no estaré en casa.

¿Eran esas las señales que quizás esperaba para darme cuenta que no había salido nada de la manera esperada? O ¿todo estaba bien y yo no lo veía de esa forma? Me fui a dormir... Y así hasta el día de ayer que he despertado con pocos ánimos, mucho sueño y sintiéndome en el fondo un poco sola.
Sólo buscaba una palabra que me hiciera sentir especial, diferente al resto del mundo exterior...